La insuficiencia cardíaca es la primera causa de discapacidad1 y de hospitalizaciones en México2.

Empecemos por entender qué es la insuficiencia cardíaca: es cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo3. Puede presentarse de forma aguda que es cuando aparece de forma rápida y grave (requiere atención urgente) o de forma crónica, es decir, durante muchos años y con síntomas intermitentes.4

Desafortunadamente, 1 de cada 2 personas con insuficiencia cardíaca morirá en los próximos 5 años5, y se calcula que 1 de cada 5 adultos mayores de 40 años, tendrán insuficiencia cardíaca9 en algún momento de su vida.

Esta enfermedad es tan grave que es la principal causa de muerte a nivel mundial6.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la insuficiencia cardíaca?
  • Tabaquismo
  • Presión arterial alta10
  • Niveles altos de colesterol
  • Obesidad y sobrepeso7
  • Sedentarismo8
  • Diabetes10
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¿Cómo detectar una posible insuficiencia cardíaca?
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Se dice que la insuficiencia cardíaca es una enfermedad silenciosa porque los síntomas aparecen hasta la etapa 3 de 44, por eso es importante estar alertas y realizar revisiones periódicas para poderla detectar a tiempo.

No obstante, hay algunas señales que nos pueden ayudar a identificar si tenemos insuficiencia cardíaca.4,12
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FALTA DE AIRE

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PÉRDIDA DEL APETITO

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CANSANCIO

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PIES, TOBILLOS Y/O PIERNAS HINCHADAS

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CAMBIOS EN LA FRECUENCIA DE ORINAR

En caso de presentar alguna de estas señales es recomendable contactar a su médico.

Sabías que

7 de cada 10 personas

que viven con insuficiencia cardíaca aún no han sido diagnosticadas13.

Recomendaciones para prevenir la insuficiencia cardíaca11 y tener un corazón más sano.

Descripción de la imagen
  • Dieta. Restringir el consumo de sal, embutidos, conservas y bebidas efervescentes.

  • Tomar al menos un litro y medio de agua al día.

  • Mantener un peso saludable.

  • Tratar de llevar una vida sin estrés, insomnio y ansiedad.

  • 30 a 60 min de ejercicio diario.

  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco.

  • Aumentar el consumo de omega 3 y pescado.

  • Restringir las bebidas azucaradas.

  • Checar cada año los niveles de colesterol, glucosa y triglicéridos.